Foto de la Plaza de la Aduana de Daniel Lemaitre
tomada del libro CARTAGENA LUZ Y SOMBRA
Cartagena se viste de arreboles
( A mi ciudad en sus 483
años)
Mi ciudad se viste de arreboles,
con olas de luna y plata se ha
adornado,
ojos negros-morenos de andaluza,
los sellos indelebles de un mar tórrido
y el África grabada en la piel sandunguera.
Ciudad de un Heredia venido de
Castilla,
para dejar su huella bien marcada
en todos los rincones de su Villa,
hecha de sol de vida y calicanto,
con el recuerdo de los días gloriosos
y la fuerza de los dolores aún
sangrando.
Ciudad de claro-oscuro
conventuales,
de estrechos y sombreados
callejones,
de siluetas difusas en la tarde,
de celosías y secretos que
transitan,
por los caminos de alcobas
soñolientas
que desnudan pecados innombrables...
Ciudad, protectora de las Indias,
que duerme y amanece
rodeada de Castillos-Fortalezas:
bastiones de historias y
leyendas,
donde atracan galeones esclavistas,
y luchan Biohós de dignidad incólume
donde líderes mulatos la hacen libre
un heroico Once de noviembre.
con la luna entrando en las almenas,
para llenar de dulces besos
a los jóvenes amantes marineros.
testigos del portal de los encuentros
donde la algarabía cotidiana
se fusiona con los pregones de la suerte.
los patios con verdores de
palmeras,
trinitarias que pueblan el suelo
con sus flores,
y los colores vibrantes de
cayenas.
las nubes cargadas de tormenta,
la pesca diaria al puntear el
día,
el abrazo de sol en las
plazuelas,
las siluetas inciertas de los
árboles,
los veleros saludando el viento,
o los inmensos caserones
con el sopor del aire de la siesta.
elevando los brazos a su Virgen morena,
reclinando su pecho en su regazo,
para buscar un amparo que la
aleje
de los mercachifles de fauces ávidas
que explotan a la “caterva de
vencejos”.
alma ilustrada, inquieta,
andariega,
hecha de revoluciones y
inquietudes,
faro encendido por el solitario
del Cabrero.
Ciudad de alcatraces que dialogan
con las nubes que viajan hacia
Oriente,
son confidentes de todas las
galaxias
y mensajeros de Neptuno para
alertar viajeros.
descalza danzarina de la playa,
con tambores africanos en su
cuerpo
y el batir insinuante de polleras ibéricas,
cadenciosa enamorada de una luz
titilante
que acaricia la piel de centelleantes velas.
sometida a sitios de pobreza,
heroica en su sonrisa franca
que desafía todos los embates
de un destino trazado por
perversos.
presente siempre en mis sueños,
dadivosa, y eterna alimentado
con tu espíritu
el mar de todos mis anhelos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario