Te recuerdo pintándome ilusiones sobre la nariz, despertándome cada sueño.
Encendiendo aquello oscuro que alguna vez hubo en mí, lo íntimo y el misterio.
Tapando con tu contorno mis espacios, con tus virtudes mis faltas.
Destapándome la risa que hoy no encuentro, anudándote en mi espalda.
Éramos la reacción a punto de explosionar, manchando de cálido líquido el mundo.
Éramos el silencio al que nunca supieron callar, el más tierno e insondable conjunto....
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