Así te Amo
Así te amo:
al sentir tu calidez
entre mis manos,
caminar en silencio a
tu lado,
y seguir presurosos el
vuelo de los pájaros.
En los surcos del aire
que abrazan las palabras,
y juegan como niños queriendo
enamorarse,
y saltan los senderos de
los bosques de lápices
y escriben nuestros
versos en las grutas del aire.
Te amo en la alegría
que veo en tu mirada,
y por aquellas
hojas que reposan en mi falda,
y la brisa de tu
aliento que es piel satinada ,
y un
sueño de verano que puebla mis
entrañas.
Te siento en el trinar de un ave saludando el alba,
en el suave sabor del
café al despertarme,
en esa agua tibia que
me moja la cara,
en el pincel que dibuja
mis labios maquillados,
y en el lento caminar
de la mañana…
Te encuentro en los
rincones tristes de la casa,
en aquellos luceros que
brillan en la cama,
en la cocina que nos
huele a nostalgia,
y el beso en mi mejilla
que has dejado…
Me miro en el espejo y
veo tu rostro,
tus dulces ojos
revelando historias insondables,
y el deseo infinito de
arrullarte
como un cervatillo en
mi regazo.
Las notas encantadas de
un clavecín dorado
se diluyen entre suspiros
y cantatas,
y un brillo titilante
de campanas,
me hacen amarte en la
risa y en el llanto.
Te amo en la alborada
hecha de lluvia,
y en las pequeñas gotas de la espera
del día que comienza
saludando,
en el ruido festivo de unos niños
navegando en barcos de
papel alados.
Te amo en el sabor del
chocolate
y en la copa de vino que en la lumbre
florece con un aroma de
manzana,
para brindar a la salud
de aquellos dioses
que nos regalan la vid
de la Esperanza.
Te amo en el viejo almohadón en nuestra cama,
en la mesa servida sin
premuras,
en el misterio de este
amor cuidando
los minutos, las horas,
los segundos,
hechos del algodón de la
ternura
y el deseo de vernos perpetuados.
Te amo en el dolor y en
la agonía ,
en los momentos que parecen lánguidos,
cuando el reloj no
marca un encuentro
ni la buenaventura ha
llegado.
Te amo como se ama en
el olvido,
de quien nunca recuerda
los dolores
y guarda siempre en un cofre perfumado,
el suave devenir de una
caricia
retozando en mi pecho
enamorado.
Te amo en el brillo de
un te quiero
y en el silencio del enfado.
Y no sé, amor mío, si
existe algún motivo
que pueda explicarnos cómo
, cuándo y por qué
este amor permanece
a nuestro lado
y si existe un cristal
para aceptarlo:
Es el libre transitar
de un sentimiento
y eso basta: Te amo
porque quiero y no quiero,
sin que sea preciso definir por qué te amo.