Erótica
Llega
la tarde :
Hay
arreboles danzarines en el aire
y
bandadas de alcatraces revoloteando
para
volverse nubes de espumosos plumajes.
En
la alcoba:
tu
mano coloniza los pliegues de mi falda
y
abre las compuertas de ese lugar recóndito
donde
vibra mi cuerpo como un arpa.
Me
acerco:
y
desnudo tu pecho
para
hacerme canción acompasada
mientras
miro absorta tu corazón ardiente
siendo
cadencia que baila en mis montañas.
Mi
cintura te aguarda:
como
el sutil encaje
de
la noche de nupcias para ser desposada.
En
mi vientre:
aletear
de libélulas , como estrellas fugaces,
se
levantan al vuelo, junto a Venus,
para
hacer las delicias de los buenos amantes
y
las dos desnudeces reposan en nuestro lecho
como
si la mano de un ángel las tocara.
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