Africano
Las inmensas praderas libres de
África
crecieron con tu piel y con tu alma,
respiran al compas de tu voz sabia
hechas para cantar blues de parajes
extraños,
e infinitos momentos de tristes soledades.
y se busca en el mapa el rostro
de la madre,
los caminos se hunden entre huellas
de espanto,
y no faltan las grutas que esconden
los fantasmas.
recordando los siglos de dolor y
de hambre,
son los largos desiertos sin amor
y ni abrazos
y el sol sobre la frente calcina
las miradas.
en las aguas oscuras del mar de
inmigrantes,
se cierran las fronteras, se avalan
las infamias,
se humillan a los niños que
llegan a la playa
y todavía nos dicen que en Europa
no hay bárbaros.
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