En el año 2014 - Mi padre, Ramiro de la Espriella, escribió para la revista "Crónica Universitaria" de la Universidad Sergio Arboleda de Bogotá este editorial sobre San Andrés que quiero reproducir hoy a propósito de los acontecimientos que se están sucediendo en La Haya.
Los Tres Hermanos- Cecilia Haydar Howard
LA INTEGRACIÓN NACIONAL
Pensando en nuestra unidad de
destino, Bolívar concibió su pensamiento en un sentido universal. Ante la
perspectiva amenazante de la desbordada ambición territorial de las grandes
potencias del mundo, esbozó la perentoria necesidad como base del poder de la
Gran Colombia esa concepción majestuosa y , de allí en adelante, la
incorporación individual en un todo
indestructible de naciones emergentes ante sus incertidumbres políticas.
Su
ambiciosa percepción de nuestras
soberanías nacionales e independencia cobra
hoy en Colombia la inaplazable realización de
su destino histórico. Nuestras diferencias
raciales son desde sus orígenes un heterogéneo componente geográfico y sociológico. En tal sentido, y como
consecuencia de ello, los colombianos hemos venido soportando a partir de la Independencia
un grave menoscabo de nuestra propia razón de ser individual y psicológicamente
diferentes.
Política,
cultural y económicamente no hemos sido desde nuestra emancipación un verdadero país unitario. El
epicentro andino ha prevalecido desdeñosamente sobre el Caribe y el Pacífico,
nuestros dos grandes mares estelares, y la misma desilusión arranca y padecen
los Llanos Orientales, la Amazonia
en clausura en su lejanía de
Leticia, las soleadas lontananzas del Putumayo, y aún los suburbios de nuestras mal llamadas capitales político-administrativas.
Es así
como en los actuales escarceos de nuestra historia, surgen San Andrés y
Providencia como legatarios esclarecidos e insobornables de la integración
nacional en busca de su acertado
ejercicio como un todo indestructible y alumbrando como un Faro de la Patria en
la sórdida atonía de los desvertebrados
gobiernos de este país.
Integremos
la geopolítica nacional y las distantes
regiones en un todo solidario y busquemos en verdad una sola Patria para
todos los colombianos.
En el
caso concreto de San Andrés y Providencia todo está atado a nuestras manos en
la medida en que el Caribe es un ente homogéneo y eminentemente nacional. Barranquilla,
Cartagena, Santa Marta, La Guajira, Córdoba irrigado por las aguas del
portentoso Sinú y Tolú anclado históricamente en el Golfo de Morrosquillo, son
sin duda un cuerpo integrado por la creación geopolítica y solidaria presencia
humana de sus habitantes.
Por lo
que se hace indispensable imponer a
nuestros gobernantes, su integración activa con miras a las investigaciones científicas,
su acopio cultural , su identidad sociológica y su presencia universal.
La
historia no abdica, conforme lo definió
un colombiano ilustre en nuestro tiempo, y el Faro de la Patria se enciende de
nuevo en el Caribe con San Andrés y Providencia como bastiones inexpugnables de
la unidad nacional, pese a las contradicciones implícitas de las mezquindades políticas de la mayoría de quienes hasta hoy nos han
gobernado de espaldas a la realidad colombiana.
La unificación
estructural ha de comenzar con la transformación del país. De allí, de su
fortalecimiento y acción, los colombianos debemos proyectarnos hacia el
estímulo económico y político, sin olvidar, desde luego, la energía propulsora de
la cultura y el generoso intercambio de sus grandes valores ancestrales. Todo
ello, sin duda, en busca de un verdadero ejercicio de nuestra soberanía
nacional.
No hay comentarios:
Publicar un comentario