Epifanías
Como lo hizo la
estrella de Belén,
hace dos mil años,
desde la infancia
misterios asombrosos,
día a día, son revelados .
Cualquier hora del verano
llegan pompas de espuma
ofreciéndonos viajar,
sin miedos, por el aire.
La madre hace un merengue
y, desde las profundidades,
surge esa nieve encantadora
que llega con el dulzor
de un beso en la mañana.
Sube la nube haciendo espirales
para tornarse algodón rosado,
boca, manos y ojos se deleitan
con ese carrusel sin fin en la mirada.
Huele a miel de manzana,
girasoles saludan madrugadas,
nos regalan un Olimpo de secretos
renaciendo paraísos en los labios.
La espina de la rosa ya no importa
si se hace jardín bajo el amparo
de las manos benditas de la doncella amada.
Son muchos los luceros azulados
que crecen en los versos
de un imberbe poeta
jugando a ser Petrarca,
Neruda o Machado.
Hay palacios sin bailes que ocultan
miles de zapatillas de todos los
tamaños;
pequeñas danzarinas son las musas,
aves de luz creciendo en las
entrañas.
Con brillo de espigas en la
frente,
se desbordan de alegría los
trigales:
ha nacido un arcoíris de esperanza
y los gnomos inquietos
protectores
guardan en grandes cuencos
los tesoros de las altas montañas.
Blancos, plata y celestes son los
tules
que cubren los enigmas de los
años,
con gotas de rocío hechos
reflejos
descifran el lenguaje de las
lágrimas.
Las alas de gaviotas tempraneras
son brisas tibias que se acunan
en las playas,
senderos de las grutas en el agua
se hacen sirenas que cantan
alabanzas.
Por las olas navega un marinero
buscando el lecho de sus
esponsales,
una maga eterna seductora
teje efímeros sueños con inciertos pasos.
Con nardos y azucenas perfumadas ,
Dulcinea peina, al descuido,
su gruesa trenza de moza lejana y
callada:
su antiguo enamorado de desvelos,
mira, con recelo, ilusiones viajeras
caminando hacia mundos irreales.
Pandora guarda el cofre de los
interrogantes,
busca afanosa a los legendarios
sabios,
recorre, sin prisas, los oráculos
y cada epifanía se hace vida
que concibe un futuro
de intrincadas respuestas desafiantes.
Día a día recónditas visiones
nos serán reveladas…
porque en lo cotidiano es posible
que llegue a la puerta un milagro…
Versos hermosos,plenos de encanto,ternura y musicalidad.(Jorge Marel)
ResponderEliminarMil gracias Jorge. El poeta del mar y de la profunda reflexión poética me halaga con sus palabras.
ResponderEliminar"porque en lo cotidiano es posible
ResponderEliminarque llegue a la puerta un milagro".
Y estos últimos versos cierran con broches de esperanza lo aparentemente cotidiano y se pueden esperar milagros que antes eran prohibidos. !!Buennaaa!
Gracias Marcel. Siempre hay que tener algo de esperanza...
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