jueves, 21 de enero de 2016

Inquietud Ciudadana - Pedro Blas Julio Romero

Comparto con ustedes este análisis del poeta Pedro  Blas   Julio   Romero   sobre la difícil problemática cultural de  Cartagena y nos deja una serie de reflexiones con la intención de darle un cambio definitivo a las políticas culturales.
 
 
 
Un rincón de la Plaza de la Aduana  -   Cartagena
 
Inquietud    Ciudadana

 
Pedro Blas Julio Romero.

 
Hasta cuándo van a continuar en Cartagena, los Fondos Mixtos y la tal Casa Escuela de Gobierno? Si ya existe, por Ley, un Instituto de Patrimonio y Cultura?

Un día al pronunciarme contra uno de esos parasitismos apadrinado,  sabe dios, por cuál de esos poderosos oscurantismos, su reina dueña irrumpe a la emisora Caracol, decomisando la cinta de mi pronunciamiento y amenazándome con la fiscalía. ¡Los pájaros tirándole a las escopetas! Al día siguiente muchos artistas a los que estuve mencionado como víctimas del atropello de aquel bunker inexpugnable, fueron los primeros en salir a defenderla junto con una prensa cultural  que similarmente va ---limpiándola- , entre otras cosas lo anterior ejecutándose con saña por lograr poner  en entre dicho mi denuncia. He aquí otra prueba fehaciente de que con una Cartagena así, atiborrada de ciertas criaturas asqueantes, nunca dejaría de ser poza séptica rodeada de hipócritas.

Lo que pasa es que esta ilegalidad, en todos sus aspectos, que por demás abusadorcita, como otro absceso apareciéndole desde las paramunas lejanías al ambiente cultural, se va apoderando de aquello protegida por una grotesca  camarilla hallándose al servicio de la familia de abigeos del Johnny Walker de la “piedadternerovientre”,  hoy tras las rejas. Camarilla que bajo el resguardo de anterior familia lleva décadas enteras viviendo de la cultura sobre el anca de  infecto dolo. Cuando en realidad, al darse por aquellos días la salida del director de dicho Fondo, se le sitúa a la misma en dichas oficinas supuestamente ---de manera temporal--, pues a la espera de nombrar nuevo director. Entonces, se desconoce quien la nombrara,  donde la misma va estableciéndose de manera vitalicia. Que de igual forma como el gobernador saliente suprime el Fondo Mixto Departamental. Le estamos solicitando al nuevo alcalde la supresión del parasitismo del Fondo Mixto Distrital. Cuando es bien sabido que ya por ley se le ha destinado a Cartagena un Instituto de Patrimonio y Cultura. Que de igual ha de suprimirse  la Casa Escuela de Gobierno, siendo esta última un invento del  grangabrie Johnny Walker ¡le vieran tan campante! el de la familia de abigeos de la  piedadternerovientre  hoy tras las rejas. Un Johnny Walker, quien con aquella  Casa Escuela de Gobierno, estuvo armándola ‘para’ introducirles allí la cantidad de mosqueríos hambreados de la periferia a sus compinches que les consiguen votos. Evidenciándose a las finales, como lo más normal en la intocable hampa que nos gobierna, el que al edificio lo vendan repartiéndose los dineros. Y al otrora rimbombante nombre  de Casa Escuela de Gobierno, solo le va a quedar el nombre, donde  a partir de ese momento a su bandidismo solo le vasta, por asegurar el saqueo de los caudales públicos, el situarse con apenas dos o tres baldosas, como llega a ser la costumbre de esta facinerosa componenda de honorables, por solo generar conveniencias particulares tanto al monigote que ponen ahí,  como a su honorable truculencia  de padrinaje.

No le queda a uno sino reírse al escuchar en estas eruditas personalidades del hampa consuetudinaria del saqueo el rasgarse las vestiduras ante el escándalo del narcotraficante del Chapo Guzmán. Cuando aquí llevamos décadas en inconcebible complacencia de caricias a las fauces luciferinas de la criminalidad gobernante. Y como para aspirar a un puesto público solo se necesita ser mayor de edad, vemos a la hija de un presidente del Senado, quien por más señas siendo éste un habitual huésped de cárceles, y destacándosele hace poco, al mismo, por el despilfarrar de toda una fortuna editando desde la cárcel una revista que competía en lujo con las afamadas revistas de Semana y Cromos. Pero descuidándose en educar a su hija, porque al abordarle a la misma lo mediático televisivo con respecto a la problemática de las pandillas, peligroso fenómeno de la marginalidad cartagenera, cada vez más enconado, como algo que le compete a ella en lo que recién acaban de nombrarla en el Palacio de la Aduana, nos va presentando un espectáculo de tierra trágame, viéndola que no sabe ni hablar. O quien quita si su padre adiestrándola en habilidades del menosprecio ‘para’ con el constituyente, o contribuyente primario le ha dado a entender que en materia de la trapacería cuando, incluso se le va manejando desde lo agreste, pues de igual nada se nota. Sino, pregúntenselo al burdo del Johnny Walker, el de la familia de abigeos de la  piedadternerovientre hoy tras las rejas, dueños de las instituciones cartageneras. El retrete al lado de la cocina… ¡cosas de españoles! diría nuestro poeta insignia “El tuerto López…”

En cuál de los dos bandos, tratándose de los malditos y los malos les clasificaríamos a los anteriores? Porque enano maldito trucutú, le dicen al ex senador de marras presidente del Senado ¿A cuál de los dos pertenecerían toda esta ralea de la cual nos estamos ocupando?  En el sentido de que los malditos abundan mucho más. Unos enanos malditos, que desde izquierdoza falange macedónica, estuvieron a cargo del Instituto de Patrimonio y Cultura, teniendo que salir por la puerta de atrás, cuando pretendían hacerle su bastión de personalismos y venganzas. Verdaderos alevines del terror en negar al otro desde habitual purulencia de la exclusión. O lo que a estos siempre les ha caracterizado,  ante todo a partir de sus especializaciones por ejercer solo el obstruir, al no saber ejercer otra cosa. Y como lo que no nos cuesta hagámoslo fiesta, sin duda estuvo pagándolo el bolsillo de los cartageneros en desgaste inmisericorde de contrato de un taxi única y exclusivamente con el fin de complacerle a la hijita de uno de estos izquierdosos  de  falange macedónica, por traerle hamburguesa y Coca-Cola...junto a toda suerte de sus antojos, que con esto resultaron peor que lo antipático del usual provincianismo de engreimientos que estos dizque denunciaban en la burguesía que se supone estaban combatiendo. Puesto que  éste tipo de malditos quisieran ser buenos pero no reciben guía, oportunidades, ni mucho menos orientación en lo concerniente a saber aplacar sus resentimientos mezquinos. Es que vienen siendo objeto de un rechazo de vieja data. Llegan a ser de acuerdo a Savater, buenos con mala suerte. Los malos como Santo Fibio Botero y el enano del exsenador  trucu-tú,  se hacen solos, en cambio los malditos, expresa el autor de ‘Ética para Amador’, llegan a ser  producto de la sociedad.

Pero no deja de ser insólito el estar viendo a muchos que después de andarse tanto tiempo estudiando, formándose ¡ hasta en pomposa maestrías o doctorados en el extranjero! terminan de sirvientes de aquella dinastía de la familia de una banda de abigeos, o imitándoles sus modales de truhanerías de dueños de vacas. Especímenes que una vez dentro de aquellas oficinas van cuesta abajo en su rodada de cerotes en ciega obediencia ‘para’ con sus amos, donde la manifestación de poesía lleva la peor parte al tomarlas estos, a la manera de su amo, como una bagatela, por la misma no rendirles pingües ganancias ¡La inversión de valores!…
 
Sr Alcalde, en esta abatida Cartagena, la ciudadanía se alza en un clamor exigiendo el cierre de esas dos andunderias del Fondo Mixto y la tal Casa Escuela de Gobierno.
 
 
Pedro Blas Julio Romero.

 

1 comentario:

  1. Comparto con ustedes este análisis del poeta Pedro Blas Julio Romero sobre la difícil problemática cultural de Cartagena y nos deja una serie de reflexiones con la intención de darle un cambio definitivo a las políticas culturales.

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