Hoy comparto con ustedes este hermoso poema de Argemiro Menco mendoza, poea de una voz sentida y profunda, que nos lleva a identificarnos con lo más íntimo de nuestra alma.
Gran Total
Argemiro Menco Mendoza
(Para Augusto Rodin)
Ayer nacimos del amor del agua. (Había llovido Dios). Hoy navegamos en mares siderales. Somos sueños anfibios, cápsulas delirando de esperanzas, colonizando pedacitos del universo.
Mañana volveremos como viejos Ulises. Con el puño en la barba, y la cabeza sobre el puño, estaremos sentados en una piedra, meditando junto a un fiordo. Allá, nos dirá Rodin:
El fin del mar no seguirá en el horizonte.
Sobre el aire marchito, evocaremos la primera infancia. Bajaremos de estatura, encadenados a la muerte. (Tal vez no tendremos dientes con qué comernos las manzanas. Tal vez el ruido y secreciones de relámpagos nos habrán cimentado sordera en los oídos).
La muerte es una doncella violada, una cadena de anarquías ineluctables. Los eslabones son dolores y placeres eslabonados. Al sumar corpúsculos, avanzarán los lazos de la vida. Y obtendremos: una clepsidra fósil pegada en un gen mutante, escalofríos, nuevos secretos y una verdad con este guiño de pasmosa resultante:
Un esqueleto con huesos de leche
evaporando polvo cósmico.
evaporando polvo cósmico.
¡Oh, Dios, de veras, ¿estarán comenzando tus
lloviznas en otros globos afortunados?
lloviznas en otros globos afortunados?
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