Dolores Eternos
Basta decirlo:
se tienen miles de misterios en el pecho.
Cuando llegan
dolores y amarguras.
salimos a cenar con las tristezas.
Llegan las brisas
cansadas y el olvido,
llega el frío de lágrimas
hundidas al filo del silencio.
Con rabia salen
las viejas pasiones agoreras,
corren para fundirse
con murmullos malquerientes.
Árbol sin frutos
recorre las entrañas eternas,
y voces discordantes
condenan los sueños inocentes.
Con hogueras perversas
se baila el aquelarre
de los ojos horrendos
vertiendo, con sevicia, su veneno.
Ladran los cancerberos
del Averno,
navegan las anémonas,
nubes de agonía latentes
viajan por el plomizo cielo,
e inundan con guadañas
los frágiles rincones
de la tierra.
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