Sueños
El pasado y el futuro confluyen
en el vórtice impreciso de un sueño.
hay luces diluidas evocando
figuras vestidas de colores
alados.
como extraños peregrinos,
con las caras cubiertas por el llanto
en noches de terrores asechando.
la luna emerge desafiando
al aleteo pertinaz de los cuervos,
y luces titilantes de los faros
son visiones de náufragos implorando
abrazos de sirenas como ángeles.
las puertas se abren lentamente;
emigran hadas y fantasmas
venciendo a ladrones de alegrías,
y floreciendo en las
nanas
de las voces inocentes
de los sabios habitantes del agua.
siempre resplandecientes,
siempre engendrando días,
siempre anhelando puertos,
siempre hallando suspiros
en el momento sublime
del primer beso de jóvenes amantes.
rostros de ángeles guardianes,
rostros de amigos verdaderos,
rostros familiares, rostros llorosos,
rostros de sombras inconclusas
y rostros derrotados en la distancia.
escapando de la escuela,
explorando lugares prohibidos,
descubriendo secretos pasadizos,
vertiendo ríos de oro,
con la alquimia de ilusionadas sonatas,
inundando de luz la
atmósfera serena
que corona el arcoíris de la montaña.
amores saludando con ternura
la llegada tranquila del mañana.
lugares límpidos regalándonos
las profecías que los aedas,
que llenan de dulzura los confines lejanos.
entre las manos dolidas por la guerra y el hambre.
momentos presurosos, momentos de nostalgia,
momentos de palabras sacras,
encontrando refugio en los grandes anaqueles
y hermanados con la vívida pasión
de poemas de esperanza.
llamando a la comunión,
entrando en los altares,
invocando cometas mensajeras,
con mensajes de paz entre las alas .
recorren los caminos,
besan los manantiales,
siembran de coloridos pensamientos,
los hogares dormidos
de la tierra
para dejar sus huellas libertarias.
refulgen los tréboles,
armonías de trinos son los árboles,
y las flores humildes son plegarias
que llenan de brillante algarabía
los rincones sencillos de los campos.
sabias videntes brindan sus laureles
a las criaturas fantásticas del agua,
alejando los signos del olvido
mientras crecen ambrosias de quimeras,
que regalan reinos encantados
envueltos en las brumas y misterios de la vida
invitando a la cena de todos los afectos
No hay comentarios:
Publicar un comentario