Si el trovar
Si el trovar
fuera el ritmo de la vida,
las canciones de amor
fueran eternas.
Se mecerían las palabras
en el aire,
y llegarían libélulas
de luz
a los espejos.
serían brisas,
con trinos de aves
respirando en el pecho.
brillarían en la
noche,
hechas melodías de misterios
y emergerían gloriosas
de las profundidades del océano.
hechas espuma,
caminarían en la luna marinera.
llegarían los vocablos
hechos fantasías
concibiendo leyendas.
se haría semilla
y vería florecer
afectos y recuerdos.
en los caminos
para loar a peregrinos mañaneros.
y adivinanzas de niños
con las caricias más ingenuas.
cubrirían con sus alas,
saldrían risas de mayo
bañando los estíos,
y la fresca mirada
del primer beso.
bordarían con corolas
de sabiduría
a las cosas humildes y pequeñas.
serían bengalas
resplandeciendo en el nido de los sueños.
para acercar proezas a la tierra.
ángeles guardianes,
como felinos, cuidarían
de nuestros cuerpos.
se harían campanas al
vuelo
y crisálidas dormidas
serían telares de hilos de seda.
bailarían sus colores,
como fuegos de vida,
para hacerse rocío en
primavera.
fuera arcoíris
evocando gaviotas en el
cielo.
todos los minutos,
todos los días,
fueran el ritmo de la vida,
y tan sólo reinarían los
poetas.
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