jueves, 4 de febrero de 2016

El Nicho - Llena de bendiciones y alabanzas




Hablando con mi amiga la pintora cartagenera Cecilia Delgado surgió la idea y mi interpretación  de la simbología profunda que hay en los nichos.


 
 
El  Nicho - Villa   de   Leiva
 
 
El    Nicho


Llena de bendiciones y alabanzas,

me hinco frente al rincón de mis nostalgias.

En recogimiento dulce y sosegado,

el nicho de mis sueños guarda los dulces días ,

de silencios sagrados, de suave intimidad ,

de entretejidas historias de la infancia.

 
Es un cofre de arcilla que contiene

el tiempo del misterio revelado,

miradas de ternura reflexiva,

enigmas al vuelo hechos palabras,

es un mundo sin fin de sensaciones

tejiendo hilos de unión de eternidades.

 
Es río viajero que nutre

con nuestras lágrimas sus profundidades,

cosmogonía perpetua en sacro diálogo,  

con todas las criaturas de alas desplegadas.

pequeñas   mariposas, albas garzas,

ágiles gaviotas mensajeras del Nirvana,

abejas hechas miel en  armonía

con lluvias de  rocío saludan la alborada,

las flores del misterio y sus aromas

en mi voz se hace plegarias.

 
Las huellas del sendero son el ritmo

de los  interrogantes , y recorren mis pasos,

en círculos concéntricos,  para hablar con los sueños

y los míticos retratos de los antepasados.

 
Horizontes expanden universos:

el nicho crece en nuestras manos;

sin fines ni principios, sin linderos bordeando la montana.

 
Infinitos los mantos que nos cubren,

los hilos de esforzadas telarañas:

todo  y nada en un profundo instante,

más allá de la vista, más allá del abrazo,

más allá del beso delicado de la madre.

Traspasando los límites, traspasando el profundo color

de mejillas sonrosadas: la niñez y el invierno,

el verano maduro y el amor recién levantado.

Son todos los caminos, son todos los descansos.

Son todas las vigilias, son todas las conciencias despertando

Y sólo una certeza: siempre somos  finitos  y cambiantes.

 

 

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