jueves, 11 de febrero de 2016

Paraísos Encantados - Si la luna llegara a mis manos


 
 
 
Paraísos    Encantados
 

Si la luna llegara a mis manos

el aire tendría sabor flores encantadas

sabor de caminos, olor de frutas  respirando el verano,

agua de manantial mojándome los labios.

 

Si  el azul de los árboles se filtrara en mi mirada,

sería luciérnaga brillando más allá de la distancia.

 

Si el vuelo de las mariposas poblara mis palabras,

todas  las poesías inundarían  los sonidos de la tarde.

 

Si el color de los arreboles fuera alegría

bailarían  los rosales en pérgolas sagradas.

 

Si la lluvia de los días llegara presurosa

haría reverdecer  tréboles de  esperanza.

 

Si fueran primaveras las madrugadas

pronto los silbos de los campos

se harían jolgorios de enamorados.

 

 Y luego los silencios, los laberintos de la noche,

los dulces latidos de las montañas,

las lejanas nubes vistiéndose de blanco,

los pasos minuciosos de los ancianos sabios,

las gotas de la vida hechas milagros,

las huellas escondidas en los viejos zapatos,

la miel  de los besos milenarios , los cristales de eternidades,

los infantiles gestos asombrados, el parto de luceros,

las alas de olvido alejándose, todos los sueños

y todas las tempestades han llegado sin prisas

para poblar las horas, las eternas horas

bordadas de nostalgias, de añoranzas

de silentes recuerdos de nuestros paraísos encantados.

 

 

 

 

 

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