Circe- Cuadro de John William Waterhouse.
El Lenguaje de lo fantástico en "Circe" de Cortázar
Si miramos analíticamente el cuento
“Circe” de Julio Cortázar encontramos que
se trata de una narración vigorosa donde surgen varios elementos que crean un
lenguaje donde se unen la fantasía y el suspenso.
Como bien
se sabe, Cortázar es un narrador con una
especial habilidad en el manejo del lenguaje propio de los relatos cortos. Su rigor
para escribir donde se evidencia que nada sobra y nada falta, dan como
resultado una prosa agradable, un buen manejo del ritmo, la posibilidad de
recrearnos en diversos ambientes y una
imaginación fecunda que nos conduce a situaciones sorprendentes.
Al
acercarnos “Circe” se sabe que se está en el terreno de la literatura fantástica y que se está
haciendo una invocación al mundo de lo mágico , a través de un personaje que se
mueve entre la seducción y la destrucción. En él se integran elementos que no
corresponden a la realidad objetiva pero que si pueden surgir de hechos
inexplicables, tales como sueños, los seres de ultratumba y sucesos
paranormales que forman parte de la imaginación humana y del deseo
de explicarse lo que , a simple vista, no se sabe ni cómo ni a qué horas surgió.
El escritor escudriña en los misterios de la vida, en esa parte oscura de la existencia humana y en varios fenómenos que no corresponden a pensamientos racionales. Las fórmulas
literarias para hacer atractivos estos parecerían ser fáciles de manejar, sin embargo, se requiere dosificar los recursos técnicos y el lenguaje, para no caer en el exceso, lo que podría ser
desgastante e impediría el necesario equilibrio
entre lo habitual y lo extraordinario. Cortázar consigue que lo habitual, lo obvio, lo
cotidiano se funda con lo metafísico, produciendo el efecto de lo insólito casi
sin que el lector se percate de ello. Digamos que los sentidos se nutren de la
simbología para dar la posibilidad de interpretaciones dentro de lo puramente
común y corriente.
En el caso específico de este escritor
argentino, que al igual que él muchos de
sus contemporáneos también
recorren este camino literario: Borges, Sábato y Bioy Casares sienten el mismo deleite frente a los fantástico. No
hay que olvidarse tampoco su gran admiración por Edgar Allan Poe, por el
lenguaje de Hoffman su constantes
referencias en literaturas como la anglosajona y la francesa.
La conciencia literaria del país austral se detiene sobre este género y crea una interpretación contemporánea donde se
trasciende el espacio y en el tiempo para lograr el “milagro” de un nuevo lenguaje
acorde con el entorno latinoamericano.
Borges
manifestó que Cortázar podría ser uno de
sus seguidores y continuadores por lo que el universo fantástico que se revela
en su creación puede trasmitir fuerza a la palabra y un manejo novedoso a ese tipo de lenguaje; pero es necesario considerar que la concepción de lo
fantástico difiere del uno al otro: en el
segundo básicamente el lector se enfrenta el hecho de que, para él, la realidad
total comprende lo sensorial y lo extrasensorial. Hay una postura creativa que,
de este modo, abre la posibilidad de una
literatura que crea una supra-realidad en cambio de considerar que se trata de trata
de unir dos mundos independientes y autónomos.
Julio
Cortázar transforma en “Circe” el
sentimiento amoroso en una especie de venganza continuada cuyo origen es
impreciso. Se asiste a la lucha del
bien, representado en el Amor, contra el mal que se corporiza en la Muerte. El
cuento se centra en eso: la lucha Eros- Tánatos. Un conflicto que es
fundamental en la conciencia colectiva de Occidente. Es la búsqueda de la
eternidad a través del triunfo del sentimiento amoroso. Un intento que los
seres humanos quieren lograr en algún momento de sus efímeras existencias.
En nuestra
cultura la presencia de la Muerte seductora, esa dama de extraña belleza, llena
de armonía que nos invita a un mundo
desconocido está en la mente de todos. Los carnavales de diversos lugares proponen entrar
a bailar con ella y dicha convocatoria es aceptada sin titubeos ,
a pesar de saber que los danzarines siempre salen vencidos. La presencia de este
ritual tan antiguo se manifiesta en el cuento a través de la presencia del
enamorado que desafía a lo ya conocido. La
narración aborda a una mujer con nombre de hechicera, pero esa figura femenina
se trasforma en una emisaria del más allá. En manos del protagonista está la
depositada la esperanza de romper el conjuro. Se puede hablar del impulso
creador que busca contrarrestar el ánimo destructivo que existe en el interior
de todos. Sin embargo, fiel a la tradición
tanática no sale vencedor.
Indudablemente
Cortázar tiene conciencia plena de lo que resultará del ejercicio de escribir: “A mí no me bastaba que me dijeran
que eso era una mesa, o que la palabra ‘ madre’ era la palabra ‘madre’ y ahí se
acababa todo. Al contrario, en la palabra ‘mesa’ y en la palabra ‘madre’ empezaba
para mí un itinerario misterioso que a veces llegaba a franquear y en las que a
veces me estrellaba...En suma: desde pequeño, mi relación con las palabras, con
la escritura , no se diferencia de mi relación con el mundo en general. Yo
parezco haber nacido para no aceptar las cosas tal como me son dadas.”1
El autor quiere
establecer nuevos parámetros para escribir literatura, donde su esfuerzo
creador modifique los patrones establecidos tanto en Argentina como en toda la
narrativa española. Implica seleccionar,
entre muchas opciones, la que mejor se ajusta a sus presupuestos estéticos. Lo
explica así : “ La realidad que me
rodeaba no tenía mucho interés para mí. Yo veía los huecos, digamos, el espacio
que hay entre dos sillas y no las dos sillas, si puedo usar esa imagen. Y por
eso, desde muy niño me atrajo la literatura fantástica.”2
Pero no
debemos considerar que el lenguaje cortaziano se limita a los aspectos
imaginativos propios de lo fantástico. Su narrativa busca llegar , a través de
este género , a diferentes aspectos del alma humana. Se acerca a la soledad, a
la incomprensión y a la búsqueda de la verdad.
Nos confronta con los vicios de una sociedad extremadamente
convencional para inducirnos a propiciar el cambio . Deja en claro la
necesidad de crear símbolos que representen las complejidades del mundo
moderno. En este cuento , en particular,
la evidencia de los seres diferentes se convierte en el obstáculo para vivir en
armonía con la sociedad. Hay aislamiento y derrota en ambos sentidos. La
situación es desesperada y desesperante para amante y amada . Tanto el
pretendiente engañado con los brebajes
de Circe como la maga son seres desdichados y sin posibilidades de encontrar la
felicidad.
Podemos concluir que sus cuentos nos llevan a la presentación
de un universo donde lo onírico se funde con lo diurno logrando un nuevo ordenamiento de la realidad. Así sabemos que la
literatura, si bien se deleita en el lenguaje, también intenta volvernos más
reflexivos.
[1] 1Tomado del libro Julio Cortázar, La Biografía de Mario
Goloboff. Julio Cortázar por Omar Prego. Edit Primera Edición.
Pág.26- Bogotá, Colombia- 1998.