viernes, 25 de septiembre de 2015

El Lenguaje de lo Fantástico en Circe



Circe- Cuadro de John William Waterhouse.



El Lenguaje de lo fantástico en "Circe" de Cortázar


Si miramos analíticamente el cuento “Circe” de Julio Cortázar encontramos   que se trata de una narración vigorosa donde surgen varios elementos que crean un lenguaje donde se unen la fantasía y el suspenso.


Como bien se sabe, Cortázar  es un narrador con una especial habilidad en el manejo del lenguaje propio de los relatos cortos. Su rigor para escribir donde se evidencia que nada sobra y nada falta, dan como resultado una prosa agradable, un buen manejo del ritmo, la posibilidad de recrearnos en diversos ambientes y  una imaginación fecunda que nos conduce a situaciones sorprendentes.


Al acercarnos “Circe” se sabe que se está en el terreno  de la literatura fantástica y que se está haciendo una invocación al mundo de lo mágico , a través de un personaje que se mueve entre la seducción y la destrucción. En él se integran elementos que no corresponden a la realidad objetiva pero que si pueden surgir de hechos inexplicables, tales como sueños, los seres de ultratumba y  sucesos  paranormales  que  forman parte de la imaginación humana y del deseo de explicarse lo que , a simple vista, no se sabe ni cómo ni a qué horas surgió. El escritor escudriña en los misterios de la vida, en esa parte  oscura de la existencia humana y  en varios fenómenos que no corresponden  a pensamientos racionales. Las fórmulas literarias para hacer atractivos estos parecerían ser fáciles de manejar, sin embargo,  se requiere dosificar  los recursos técnicos  y el lenguaje, para  no caer en el exceso, lo que podría ser desgastante  e impediría el necesario equilibrio  entre lo habitual y lo extraordinario. Cortázar  consigue que lo habitual, lo obvio, lo cotidiano se funda con lo metafísico, produciendo el efecto de lo insólito casi sin que el lector se percate de ello. Digamos que los sentidos se nutren de la simbología para dar la posibilidad de interpretaciones dentro de lo puramente común y corriente.


En  el caso específico de este escritor argentino, que al igual que él muchos de  sus contemporáneos  también recorren este camino literario: Borges, Sábato y Bioy Casares sienten  el mismo deleite frente a los fantástico. No hay que olvidarse tampoco su gran admiración por Edgar Allan Poe, por el lenguaje de Hoffman  su constantes referencias en literaturas como la anglosajona y la  francesa.  La conciencia literaria del país austral se detiene sobre este género y  crea una interpretación contemporánea donde se trasciende el espacio y en el tiempo para lograr el “milagro” de un nuevo lenguaje acorde con el entorno latinoamericano.


Borges manifestó que Cortázar podría  ser uno de sus seguidores y continuadores por lo que el universo fantástico que se revela en su creación puede trasmitir fuerza a la palabra y  un manejo  novedoso a ese tipo de lenguaje; pero es  necesario considerar que la concepción de lo fantástico difiere del uno al otro:  en el segundo básicamente el lector se enfrenta el hecho de que, para él, la realidad total comprende lo sensorial y lo extrasensorial. Hay una postura creativa que, de este modo,  abre la posibilidad de una literatura que crea una supra-realidad en cambio de considerar que se trata de trata de unir dos mundos independientes y autónomos.


Julio Cortázar transforma  en “Circe” el sentimiento amoroso en una especie de venganza continuada cuyo origen es impreciso.  Se asiste a la lucha del bien, representado en el Amor, contra el mal que se corporiza en la Muerte. El cuento se centra en eso: la lucha Eros- Tánatos. Un conflicto que es fundamental en la conciencia colectiva de Occidente. Es la búsqueda de la eternidad a través del triunfo del sentimiento amoroso. Un intento que los seres humanos quieren lograr en algún momento de sus efímeras existencias.


En nuestra cultura la presencia de la Muerte seductora, esa dama de extraña belleza, llena de armonía  que nos invita a un mundo desconocido está en la mente de todos.  Los carnavales de diversos lugares proponen entrar a bailar con ella  y  dicha convocatoria es aceptada sin titubeos , a pesar de saber que los danzarines siempre salen vencidos. La presencia de este ritual tan antiguo se manifiesta en el cuento a través de la presencia del enamorado que desafía  a lo ya conocido. La narración aborda a una mujer con nombre de hechicera, pero esa figura femenina se trasforma en una emisaria del más allá. En manos del protagonista está la depositada la esperanza de romper el conjuro. Se puede hablar del impulso creador que busca contrarrestar el ánimo destructivo que existe en el interior de todos. Sin embargo,  fiel a la tradición tanática  no sale vencedor.


Indudablemente Cortázar tiene conciencia plena de lo que resultará del ejercicio de  escribir: “A mí no me bastaba que me dijeran que eso era una mesa, o que la palabra ‘ madre’ era la palabra ‘madre’ y ahí se acababa todo. Al contrario, en la palabra ‘mesa’ y en la palabra ‘madre’ empezaba para mí un itinerario misterioso que a veces llegaba a franquear y en las que a veces me estrellaba...En suma: desde pequeño, mi relación con las palabras, con la escritura , no se diferencia de mi relación con el mundo en general. Yo parezco haber nacido para no aceptar las cosas tal como me son dadas.”1

El autor quiere establecer nuevos parámetros para escribir literatura, donde su esfuerzo creador modifique los patrones establecidos tanto en Argentina como en toda la narrativa española.  Implica seleccionar, entre muchas opciones, la que mejor se ajusta a sus presupuestos estéticos. Lo explica así : “ La  realidad que me rodeaba no tenía mucho interés para mí. Yo veía los huecos, digamos, el espacio que hay entre dos sillas y no las dos sillas, si puedo usar esa imagen. Y por eso, desde muy niño me atrajo la literatura fantástica.”2

Pero no debemos considerar que el lenguaje cortaziano se limita a los aspectos imaginativos propios de lo fantástico. Su narrativa busca llegar , a través de este género , a diferentes aspectos del alma humana. Se acerca a la soledad, a la incomprensión y a la búsqueda de la verdad.  Nos confronta con los vicios de una sociedad extremadamente convencional  para inducirnos  a propiciar el cambio . Deja en claro la necesidad de crear símbolos que representen las complejidades del mundo moderno.  En este cuento , en particular, la evidencia de los seres diferentes se convierte en el obstáculo para vivir en armonía con la sociedad. Hay aislamiento y derrota en ambos sentidos. La situación es desesperada y desesperante para amante y amada . Tanto el pretendiente  engañado con los brebajes de Circe como la maga son seres desdichados y sin posibilidades de encontrar la felicidad.


Podemos concluir  que sus cuentos nos llevan a la presentación de un universo donde lo onírico se funde con lo diurno logrando  un nuevo ordenamiento  de la realidad. Así sabemos que la literatura, si bien se deleita en el lenguaje, también intenta volvernos más reflexivos.

[1]          1Tomado del libro Julio Cortázar, La Biografía de Mario Goloboff. Julio Cortázar por Omar Prego. Edit               Primera Edición. Pág.26- Bogotá, Colombia- 1998.

             2  Op. Cit. Pág. 25

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