Añoranza y
reflexiones de un hijo de Gimaní
Techos de Getsemaní- Cartagena.
Bañaban a los hijos en la puerta
sacaban los piojos a los hijos en la puerta
rayaban el coco en la puerta
desfilachaban la carne salada en la puerta
después se iban a jugar al sigo y al
arrancón donde Minguita
terminando por ver las enteras telenovelas donde
María la Paz
Los hombres trabajaban todos en el puerto
cercano
Los muertos transcurrían dentro de sus cajones
de muerto
con un extraño sonreír
por hacerle creer al cura de que se iban, más de
aquí nadie nunca parte
éste barrio tiene a sus muertos diciéndole a
todos ¡ cabrones!
no se crean que Getsemaní es una ollita
nuestro Getsemaní se encuentra de pie en el
umbral de la historia!
Los héroes del 11 de Noviembre
Cuando los seres
humanos han nacido y crecido en un lugar emblemático de Cartagena, como lo es
Getsemaní, el sentido de pertenencia, de amorosa intimidad no desaparece con
los años. Por el contrario, cada día se vuelve más vívido. Pedro Blas Julio nos
deja en estos versos ese reconocimiento alrededor de una añoranza que identidad propia y verdadera; esa que es capaz de erizarnos y nos alimenta con las remembranzas de nuestros los rincones cotidianos que nos han visto
crecer , a la par de nuestra vida, en nuestro amado Getsemaní tan cartagenero.
Les dejo este
legado lírico para que se unan a la causa de
resguardar a una comunidad que es víctima de los piratas modernos. Gracias anticipadas por su apoyo.
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