Quiero compartir con ustedes este escrito del muy comprometido escritor y poeta cartagenero Pedro Blas Julio sobre las tradiciones religiosas africanas que han sido violentadas constantemente por la cultura de Occidente.
Es importante ver otra interpretación de un fenómeno cultural donde los poderosos de la tierra se sienten con el derecho de imponer sus costumbres maltratando a las cosmogonías de los demás y más cuando las diferencias son parte esencial de los pueblos sojuzgados y débiles.
Pedro Blas Julio Romero
Cuando abren el coco y no
tiene agua: es zurdo.
Pedro Blas Julio Romero
Y es en ese preciso instante donde el coco quiere decir algo.
Porque en las religiones africanas el coco y los caracoles hablan. Pero y ¿no
se han dado cuenta que la música afro-antillana que tiene bailando y pone a
gozar a la humanidad de la entera del globa terráquea viene de los oficios
religiosos tributados a los santos orischas africanos del sagrado panteón
africano? Siendo muy especial lo del Santuario Musical Mayor llamado Cuba, donde
un elevado sacerdocio en majestad de realeza Ignacio Piñeiro consigue, desde
aquellos altare,s en música Abakuá africana el que sus santos orischas
africanos le concedan el permanecer ondeando por eternidades la magnitud de
estandarte de toda una grandeza musical. Pero una miseria de almas ha
permanecido ignorando a propósito todo esto ¿cierto? Al venirles congénito un
resentimiento mezquino de provincianismo obstruccionista. Ese provincianismo
obstruccionista acerca del cual estuviera advirtiendo el poeta Ezra Pound, los que
a toda hora momento y lugar, empecinados en imposibilitar el paso civilizado de
armonía entre los seres.
Nuestro eminente escritor Manuel Zapata Olivella, nos explicaba,
con respecto a su hermana, la grandiosa bailarina Delia, quien al encontrarse
de gira dancística por regiones negras africanas y al ser la misma hija del
sagrado orischa niño negro dueño de los caminos el Exxu o Eleguá Laroye, va
antojándose éste santo niño con que su hija se quedará con él allá en su
África, entonces se convierte él en un zancudo y la pica. Delia muere en
África.
Ahora, uno que otro alienado de cerviz genuflexa para con el amo
de la conquista y su garrotera cruz me diría que esto es del diablo, pero no es
del diablo la iglesia otorgar con el silencio hipócrita más licencia de
impunidad a una gavilla de degenerados en poder.
No es del diablo andarse moviendo desde hace más de cuatrocientos años la hostia
y el cáliz en concomitancia con los más sanguinarios y ladrones. Porque si fue
la tercera cruzada en Tierra Santa dentro de sus proporciones de odio entre la
brujería de crística sanguinolencia, enfrentada a Mahoma donde se engalanan de
un tierno affaire el Saladino con Ricardo Corazón de León, cuando
a la larga todo tenía el fin de conquistar tierras y fortalecerse en poderosos
mercaderes y banqueros, donde estos dos machos soberanos de la guerra
aprovechan para atravesarse en penetración amorosa de tranka delante de sus rígidos dioses. La creación del Vaticano con
su iglesia babilónica no salió de un pajarito enviado desde el cielo, ya que
cada esquina del triángulo del ilumínate de la curia significa un punto
estratégico para la manipulación de oscuros negocios.
Algunas religiones dejan por sentado la obra de arte en su
capítulo bélico. Religiones que se pronuncian ante el atentado de ultraje y
constante afrenta escarnecedora contra su naturaleza humana y espiritual. He
aquí por ejemplo el nacer de la --religión de guerra-- del Judaísmo, desde
cuando se cansan de sentirse cercados por otras tribus saqueándoles sus cosechas,
robados sus animales, violadas sus mujeres y enarbolan su --religiosa nación de
guerra- en nombre de su sagrado----El Eterno-- . No es de extrañar ver la
cantidad de judíos en las religiones africanas con altos cargos sacerdotales
dentro de las mismas al sentirse identificados con ésta etnia agredida.
No obstante a los abuelos
del ritual africano les gusta les digan –brujos- , les gusta al abuelo y
padrino babalou Padre de Santo
capacitado para la adivinación el que les digan brujo. Fascinándole a estos
sobremanera el que les endilguen la caracterización del desprecio, les gusta
hacerse sentir despreciados con el objeto de verse en arte y parte de
consagración de una guerra empezada por ése diablo blanco abdomen de lagartija
lengua de horquilla. El diablo blanco que habita ahora dentro de la nieta. Y es
ése abuelo de ella genocida, negrero, ladrón donde su nieta al vernos entrar al
ascensor de inmediato se agarra su cartera. Pero no es ella, es su abuelo
genocida, negrero ladrón que ella lleva por dentro que sabe que nos la debe. Le
apetece a los abuelos sentirse amenaza y estado de guerra frente a ése lengua
de horquilla genocida, negrero y ladrón armado en su garrotera cruz
pretendiendo destrozarle las ideas propias. Pero desconoce éste diablo de la manera
como siempre los abuelos negros van armados en la oración de polvo soplado afhosé en maldición arayé.
Parece como si la biblia de los hebreos en Isias, se refiriera al
santo negro Orischa rey del yunque dueño de los metales a quien los abuelos en
rituales le ofrecen aromales y planta
leñosa, pero de la espinosa denominada Aroma, la de espinas descomunales con la
cual nuestro rey del yunque suele envolverse en su cuerpo sin hacerle mella
alguna. Su preferida planta Aroma la leñosa de padre dueño de los metales y la
guerra a quien de igual le gustan en la música las baterías, las pailas. Así
como a madre santa virgen negra del amor y de la miel, la de las aguas dulces
le fascinan en la música los conciertos de violines...Sea cuando estos abuelos
y padrinos saludan con gestualidad litúrgica de un aché por designar el misterio secreto de la divinidad y en otros
bendición.
Pero una cultura del
desprecio, en Cartagena, por congraciarse con Europa se van dando el
lujo de fundar un partido Nazi, que de igual la manufactura de un ---laboratorio de eugenesia de supremacía
racial--. Siendo aquí donde se le da a esta misma Cartagena por imitar lo de un
–apartheid-- en Sevilla- España, que
ubicaba en un sumidero a las razas
depreciables de gitanos, judíos, moros, y negros, donde va una xenofobia
cartagenera en su aberrante chauvinismo elaborando su apartheid acá por de igual resumir en algo denominado con
displicencia como el arrabal de Getsemaní
a otros despreciables como quiera que
llegan a ser, para esta Cartagena, los judíos, provincianos, negros y árabes.
Yo recuerdo como desde la niñez a los provincianos cartageneros nos metían en
la cabeza el menospreciar a los provincianos venidos de más allá de la
periferia.
Por consiguiente no puede esta Cartagena soportar nada de lo que
venga de la etnia negra y mucho menos permitirse el nombre de la calle Nuestra
Señora de África de los intramuros sandieganos donde se iban apostando en
algarabía, canciones bailadas con altisonar de tambores los Cabildos africanos
Congos, de Calle Quero, los Cabildos africanos Araraes de Calle Santísimo, los
Cabildos africanos Jojoe y Carabalí de Calle Siete Infantes y en esta calle
Nuestra Señora de África con esquina de calle Siete Infantes donde se hallaba
la majestuosidad de sagrada Ceiba Iroko se va inundando de un prisma de
muchedumbre a tributarle a sus sagrados orischas que siempre descienden por la
misma ante sus hijos procedentes de su recorrido de deslumbrantes
carnestolendas. Pues se le cambia por el de Nuestra Señora del Pilar a partir
del complejo de inferioridad con Europa y el miedo al clero inquisitorial
pesando aun desde la tenebrosa conquista.
Cuando
la --religión de guerra—de los Yihadistas decide caerle arrriba en Paris a los graciosos caricaturistas que se ensañan
con su menosprecio racista burlón defecandose en el profeta y en la deidad de
la ---religión de guerra- de estos Yihadistas, ahí sí, el mundo puso el grito en el cielo. Empeieza a
brotar el facilismo de la marcha, pero antes a nadie en toda la globa terraquea
se le ocurre aconsejar a esos graciosos
caricaturistas del divertidisimo racismo el acudir a un poco de respeto para
con aquella cultura. Uno se pregunta en el sentido de que si los negros
hubiesen procedido hace mucho tiempo como los Yihadistas ante el ultraje,
desconsideración, burla e
irrespeto...tal vez otro gallo cantaría.
Ha de ser lo del el arte de la guerra en estas religiones
africanas, ya que el racista no quiere verte. O él o tú, uno de los dos tiene
que salir de esta estrella acuosa que viaja por el cosmos, la del lago de
Ofelia. Uno de los dos tiene que irse. Por eso el sacerdote africano padre de
la negra ministra de Italia ha sabido a través de sus sagrados orischas darle
una lección a quien se ensañara con epítetos de burla racista lacerante contra
su hija. Viéndose obligado el irrespetuoso burlón a viajar hasta África a pedir
perdón dentro de unos oficios religiosos de ritual mayombe.Y quién sabe si el sacerdote padre de la ministra
negra italiana ultrajada estuvo acudiendo al sagrado orischa dueño de los
caminos y las llaves del destino de todos, el terrible niño que pequeño mambo Exxú o Eleguá Laroye, quien entre otras cosas éste de igual maneja
la burla, niño travieso rey de la broma. Y cuando alguien se excede en burla
contra sus hijos, pues éste se va enojando de una manera pavorosa y al culpable
empiezan a sucederle desastres, de entre los cuales el empezar a hincharse,
donde a la larga un niño negro Exxu le va a terminar quitando de ésta globa
terráquea.
Entonces, los tragadores de hostias bajo una beodez en brujería
lujuriosa del cáliz va en su negociado de concupiscencia empresarial con
aquella conquista saciándose en sentencia asesina desde sus Santos Tribunales
de Inquisición por ir asando vivos a seres que les capturan en elevación de
ofrendas y baile y cantares a sus dioses indígenas y negros, por terminar
acusándoles con el miserable infundio de brujos,
cuando en realidad aquellas victimas solo ejercían sacerdocio. Un sacerdocio a una religión
ambientalista, puesto que su feligresía suele acudir, encomendándose, más que
todo a los preciados elementos de la naturaleza.
Dado que es una religión de guerra se ofrenda antes del combate la
danza capoeira que los estudiantes y
obreros de Brasil de igual aplican sacándole a las calles con sus huelgas y
paros.
No se le ocurra nadie insinuarme invitación alguna en abyección
por congraciarse con esa penetración cultural norteamericana del tal Halloween,
y mucho menos con lo de un performance de aquelarre por recordar a brujos y brujas mis sacerdotisas y
sacerdotes que la sagrada Inquisición de sus amos blancos de la corona española
por la gracia de su dios torturador y asesino les atizaba brasa quemándoles
vivos en su palacio de ignominia…pónganse serios.
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