viernes, 2 de octubre de 2015

 
Mi    Casa
 
 
Para que reconozcas mi casa

he bordado rosas en  la entrada.

Está pintada del color de la tarde

y esconde un relicario

con tus  palabras más amadas.

 

Es posible que sintamos

perfume de lunas nuevas

y que nos salude la aurora

con canciones esperanzadas.

 
Al cruzar la puerta de mi casa,

bailaremos con  el sonido

de campanas al vuelo

oyendo los laúdes

de alegrías y saudades.

 
Las sábanas  de mi casa

resguardan tu cuerpo

de intrigas y falsedades

y las almohadas  se funden

con ilusiones desbordadas.

 
Mi casa se extiende

generosa hacia lo alto

y vuela con las alas

de los días festivos

para volverlas canto.

 
Si descubres mi casa,

verás  tu nombre iluminado…

y encontrarás intacta la promesa

de olvidar las tristezas del pasado.

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