domingo, 11 de octubre de 2015

Tiempos oscuros


 


El Templo de Poseidón- William Turner
 

 
Tiempos  Oscuros

 
Hay días de silencios
y días estridentes
que resuenan con rabia,
rompiendo esquemas,
como si se tratara
de  conjurar 
los cristales  azules
de los astros,  
que  inundan, empecinados,  
los  ocultos resquicios
de nuestra alma.
 
El frío de la calle
repleto de carencias,
los gritos caminan
sin sentido y la gente
se mezcla, sin pudores,
con olores de miseria
que sacuden el aire:
la noche de alegría
termina deambulando,
al lado de la angustia
de pasos pusilánimes.
 
Hablan tiempos de luz
y tiempos de soledades.
 
El sol como una cúpula,
su cabeza sacude
y sus ojos  dorados
cubren miles de aves,
que recorren ansiosas
los sueños del espacio.
 
Días de sequía
acuden, presurosos,
al llamado incesante
de los días de llanto.
 
Piratas con sus lanzas
de caos y tempestades,
desatan fuegos, inundan
fortalezas y olas furtivas
de  enormes ciclopes,
rugen embravecidas
anunciando barbarie.
 
Delfines azulados
visitan las arenas,
dolidos con los días
de las profundidades
y dejan que la aurora
se lleve sus canciones,
para poblar las nubes
de viajes siderales.
 
Llegan tiempos cansados
cubiertos con la bruma
de recuerdos sagrados.
 
Como un juego de naipes,
siempre cabe la duda,
de una carta escondida
debajo de la manga.
Se rompen los castillos,
emergen los gigantes,
pobladores de estrechos
laberintos  y la noche
naufraga entre peces
devorando sirenas,
soñando con ser ángeles.
Y cruje el viento
hasta romper montañas.
 
Surgen los días  
de llantos controlados
y sonrisas amadas.
 
Un rayo esperanzado
brota como fruto jugoso
entre nubes rosadas.
Una llovizna leve
cubre los campos,
como maná bendito
alimentando de horizontes la mañana.
 
Irrumpen tiempos de vándalos
y arcabuces sangrando.
Fieras dentadas
clavan sus fauces,
sobre desvalidos gorriones
y nerviosas ardillas
huyen despavoridas
hacia las enramadas.
 
Canciones y conjuros
hablan de antiguos ritos,
donde la voz se cansa
de sentirse cansada
y  los escombros vuelan
como alados jinetes,
mensajeros oscuros
de próximos desastres.
 
 

 

 

 

 

 

 

 

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