jueves, 5 de noviembre de 2015

Ramiro de la Espriella-Columna EL UNIVERSAL de Cartagena de Cristo García Tapia

Ramiro de la Espriella

CRISTO GARCÍA TAPIA

Por: CRISTO GARCÍA TAPIA
5 de Noviembre de 2015 12:00 am
Prócer de la inteligencia, fue Ramiro de la Espriella. De una inteligencia superior que iba más allá del catalogo, la fecha, lo instantáneo referido a ella.
 
Era la suya de pensamiento hondo y luminoso; una inteligencia de la comprensión del fenómeno, del sujeto y el objeto, para transformarla en ideas.
 
Para abrevarla permanentemente en la dialéctica de la confrontación ideológica; en las dinámicas de la historia como contingencia de aconteceres bullendo en el conflicto social, en las ideas políticas, en el sujeto como sumatoria de la historia.Y todo cuanto implica la narrativa histórica, soportado en los fundamentos de la ciencia, la sociología y la vasta cultura humanística, que en Ramiro de la Espriella eran su estado natural, su hacer cotidiano.
 
Su encontrarse consigo y con el otro en la dimensión de la grandeza de su destino histórico; con su nación, Colombia, en las coordenadas de ese destino de grandeza, negado hasta la tragedia, se dolía, por la avilantez de los nuevos fenicios del poder que se lo han apropiado y derivado en opereta.Y las dolamas de la nación, eran también las suyas en las honduras de una historia que conocía y padecía como punzantes lastimaduras, como dolorosos zarpazos en el corazón de una identidad nacional trocada ya en valor de cambio; en mercancía que se detallaba en el bazar de la indignidad y el desdoro de la política, las instituciones y la democracia falsificada.
 
Grande en la dimensión de una inteligencia de grandeza humana, entre tantas de su vida, fue la suya vida un constante ir y venir por las coordenadas siempre palpitantes de la vida política de la nación colombiana; de los conflictos por los que resumían las desigualdades sociales, las injusticias e inequidades de un sistema e instituciones políticas irrisorias en remediarlas.
 
En contenerlas en el desmadre de la desnaturalización de la democracia, la opacidad ideológica de los partidos y la precaria insurgencia de nuevas fuerzas y corrientes renovadoras que dieran en fortalecer y transformar cuanto había dejado de tener vigencia y responder a las demandas y dinámicas de la contemporaneidad modernizante e incluyente que, entonces y ahora, recorría triunfante el mundo.
Siempre en estado de subversión ideológica y de pensamiento, Ramiro de la Espriella fue el adelantado que insurgía con bandera ondeante en las alturas de la disidencia que proponía para construir y fundar las nuevas instituciones, las modernas instituciones, por las que aún espera Colombia.

Como el más vivo y realista acto de vida, asumió este prócer del Caribe la moral: como la consumación de las ideas con el hacer del ser que las encarna y aviva.
Honremos su memoria.
*Poeta
@CristoGarciaTap

1 comentario:

  1. Mil gracias Cristo García tapias por tan hermosas y sentidas palabras. Desde el fondo de mi corazón te agradezco con la emoción y el sentimiento todo el cariño que le tuviste.

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