Tempestades
Rituales Milenarios
Todos los días
se hacen milenarios,
repiten sin rubores
los rituales.
Salen por el camino,
con sus llantos
y con sus risas
hechas guiñapos.
Tropiezan
cada gota de rocío
con un hacha afilada.
Suelen protestar
por los rincones
y hacen añicos
la esperanza.
Saben que los placeres
toman la mano
de los incautos,
trocando la alegría
en gritos desgarrados.
A veces, los días
se hacen libertarios,
trasgreden los espacios,
se adentran en las casas,
suben por las paredes
rompen violentos
los vidrios
y expulsan enfurecidos
los temibles fantasmas.
Otras noches,
se reúnen en los balcones,
cuchichean bajito
y llenan de mentiras
los estantes .
Llueven, con furia,
sobre los rincones sagrados.
Se ensañan con los sueños,
los despojan de todo,
los convierten
en sombras vergonzantes.
Conservan los retratos
del pasado,
cubren de polvo los ropajes,
esconden los pecados
que sembraron de perfidia
en los campos olvidados.
Mutantes golondrinas
dejan, entre las ramas,
nidos abandonados.
Aves rapaces
vuelan voraces,
mutilando la vida
con violencia inusitada.
De tarde en tarde,
llegan las tempestades,
y nos recuerdan , iracundos,
que son rituales
milenarios…
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